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El trasplante es necesario para todas las plantas en maceta y, en particular, para las plantas jóvenes. Consiste en cambiar la maceta, o simplemente, la tierra.
¿Por qué trasplantar?
Un volumen pequeño de tierra no permite a la planta vivir indefinidamente. Pasado un tiempo, la tierra pierde sus elementos nutritivos, el humus desaparece, la composición del suelo cambia y ya no fija las partículas minerales.
Las raíces se desarrollan demasiado y terminan por ocupar más de la mitad de la maceta. A menudo, su fuerza y volumen desplazan a la planta hacia afuera.
¿Cómo trasplantar?
El trasplante consiste en cambiar la tierra, suprimir una parte de las raíces y, según el caso, cambiar de maceta. Para realizarlo se seguirán los siguientes pasos:
Retirar la planta de la maceta y verificar el estado de sus raíces.
Preparar la maceta (la misma si no vamos a cambiarla), obturando los agujeros con tela o rejilla de plástico, fijándolos, si es necesario, con alambre de cobre.
Esparcir en el fondo una capa de arena gruesa, destinada a drenar el exceso de agua.
Deshacer el paquete de raíces, peinándolo con un tenedor, tratando de lastimar lo menos posible las raíces grandes. Una vez que estén bien peinadas, suprimir entre un tercio y la mitad de las raicillas con unas tijeras.
Eliminar la tierra vieja.
Poner un poco de tierra en el fondo de la maceta y colocar el Bonsai. Si éste tiene gran volumen y el tiesto es muy poco profundo, será indispensable amarrar la planta, pasando las dos extremidades de un alambre de cobre por el agujero de drenaje y fijando con ellas.
Agregar tierra nueva alrededor y comprimir firmemente.
Ya se haya conservado el musgo, o previamente retirado, volver a ponerlo sobre la superficie de la maceta.
Regar en abundancia pero suavemente, con una regadera de agujeros finos. Si procede, sumergir la maceta en una palangana con agua por debajo del nivel de la tierra, hasta que esté bien empapada.
Luego, dejar escurrir y poner el Bonsai a la sombra durante varias semanas, hasta que el sistema radicular se haya formado otra vez. Es muy importante no abonar la tierra durante este período.
¿Con qué frecuencia trasplantamos?
En general, puede decirse que los árboles de follaje perenne tienen necesidad de trasplantes menos frecuentes que los de hoja caduca, que producen más materia orgánica y renuevan su follaje más a menudo. Un pino tendrá menos necesidad de ser trasplantado que una secuoya primitiva o un arce.
Por cualquier duda con respecto a las fechas de transplante de una especie en particular, puede ver la tabla de trasplantes ubicada en la zona de mantenimiento. [ver cuadro]
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